10 MANDAMIENTOS EN EL CUIDADO DE LA PIEL

La fuente de la juventud no existe, lo que sí es posible es mantener una rutina de cuidado tan acertada que te permita lucir una piel rejuvenecida. Si eres de las que piensa que el aspecto de tu piel está directamente relacionado al proceso de “envejecimiento natural” según la edad, la verdad es que tan sólo el 20% del envejecimiento depende de ello, el otro 80% depende de agentes externos relacionados a tus rutinas diarias.

Y es que, son muchos los factores que se unen para hacer que una mujer luzca una piel hermosa y saludable. Pero, uno de los más importantes es la consistencia en el cuidado, seguido por un estilo de vida saludable. A pesar de que el 80% del aspecto de la piel es originado por agentes externos, tengo una excelente noticia para ti ¡El 80% está en tu control!, y tan solo basta con seguir los siguientes consejos:

1. Cuida tu alimentación. Es muy importante comenzar el cambio de adentro hacia afuera, esto debe ser parte de tu rutina. Ingiere alimentos saludables que aporten vitaminas, antioxidantes y proteínas necesarias.

2. Toma mucha agua. Parece básico, pero muchas veces olvidamos cuán importante es. Es recomendado tomar ocho vasos de agua al día, a menos que tengas alguna contraindicación médica. El agua no solo te ayudará a mejorar tu sistema sanguíneo, circulatorio y linfático, sino que aporta una hidratación esencial para que tu piel luzca sana y radiante.

3. Duerme bien. La falta de sueño afecta tanto el sistema nervioso como la piel. Es justamente mientras dormimos cuando ocurre la regeneración celular. Se recomienda dormir entre siete y ocho horas diarias, y debe ser un sueño profundo y natural para que sea reparador.

4. Remueve todas las impurezas. La limpieza es vital para mantener un cutis saludable, pero para que sea realmente efectiva tiene que hacerse bien, al menos dos veces al día en la mañana y en la noche.

La primera limpieza del día puede hacerse con una limpiadora en la fórmula que prefieras y que sea adecuada para tu tipo de piel. En la noche tienes que utilizar un removedor de maquillaje antes de aplicar la limpiadora. Además, puedes acompañar esta limpieza con un cepillo sónico que te ayudar a remover las impurezas en su totalidad. Y la verdad es, que, si te limpias los dientes con un cepillo, ¿por qué limpiar el rostro con los dedos?

Ten en cuenta, que las impurezas se remueven con limpiadoras especializadas en cada tipo de piel, no con jabón regular porque este no tiene el arrastre suficiente y además no es adecuado para la piel del rostro, cada parte de nuestro cuerpo tiene un tipo de piel diferente (ojos, rostro, manos, cuerpo, etc.) por lo cual ameritan un cuidado diferente.

5. Humecta la piel. Una parte importante para alejar problemas como resequedad, líneas finas, arrugas prematuras e incluso exceso de grasa (si, la falta de humectación genera exceso de grasa), es la aplicación de un humectante. Pero ojo, debe ser una fórmula que se ajuste a las necesidades de tu piel.

A esto debes añadir una crema de contorno de ojos que tiene que ser diferente a la que aplicas en el rostro porque se trata de una piel más fina y delicada. El no humectar los ojos de manera adecuada, genera opacidad y arrugas prematuras.

6. Deshazte de las células muertas. Si, en la vida todo hay que renovarlo, incluso nuestra piel, es importante que realices procedimientos de exfoliación en casa, bien sea con exfoliantes físicos o químicos (exfoliación con micropartículas o peeling con ácido glicólico). Cuando se trata de este tipo de exfoliación puedes hacerlo al menos dos veces en semana, y para una exfoliación más profunda, puedes acudir a tu esteticista de confianza.

7. No olvides la mascarilla semanal. Tu agenda puede estar muy cargada, pero solo tienes que sacar 15 minutos para aplicarte una mascarilla que te ayudará a mejorar las necesidades específicas de tu piel, bien sea eliminar las impurezas, incluyendo puntos negros, controlar el exceso de grasa, mantener tu piel fresca y humectada, mejorar el aspecto de tus poros o estimular la generación de colágeno y elastina en tu rostro, para lucir una piel más joven.

8. Protégete del sol. La exposición prolongada a los rayos del sol puede ocasionar cáncer, manchas y envejecimiento prematuro. Para sacar esos problemas del panorama, se recomienda utilizar todos los días un protector solar con factor de protección de 30 (FPS 30). Recuerda que debes utilizar uno en el cuerpo y otro diferente formulado para el rostro, que no tape los poros. Aunque no vayas a salir de casa, es importante que uses un protector solar que no solo te proteja de los rayos del sol, sino también de las luces artificiales a las cuales estás tan expuesta a diario (televisor, computador, teléfono, lámparas, etc.).

9. Limpia adecuadamente las brochas y esponjas. Su constante contacto con la piel las puede convertir en transmisoras de bacterias, que, de hecho, pueden generar acné. Por eso, se aconseja utilizar una solución formulada para limpiarlas. Esta limpieza puede hacerse a diario, luego de cada uso, con un limpiador especial que se evapore rápidamente, o al menos una vez a la semana.

10. Evita retocar el maquillaje. Si bien es cierto que deseas estar regia todo el día, aplicar capas de maquillaje sobre la piel que no está limpia puede obstruir los poros y generar puntos negros y acné. Mejor, opta por productos de maquillaje minerales que te brinden larga durabilidad y protección a tu rostro, y podrías considerar el uso de un spray sellador de maquillaje.

En vez de retocar el maquillaje, considera utilizar papelillos absorbentes de grasa, que absorben la grasa y brillo, y dejan un acabado suave y mate sin dañar el maquillaje, y retocar solamente el labial según sea necesario.

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